La relación entre el estrés y la salud bucal
El estrés es una respuesta natural del organismo ante situaciones que percibe como desafiantes o amenazantes. Sin embargo, el estrés crónico tiene un impacto significativo en nuestra salud general, incluida la salud bucal.
Muchas personas desconocen que sus niveles de estrés pueden estar contribuyendo a problemas dentales y gingivales, lo que resalta la importancia de abordar esta relación para mantener una boca sana y, por supuesto, lograr un bienestar general.
Es precisamente por este desconocimiento por lo que nos hemos decidido a escribir el presente artículo. Con el objetivo de abordar cómo el estrés afecta la salud bucal, los problemas más comunes asociados y cómo prevenirlos para mantener una sonrisa saludable.
Incluso en los momentos más difíciles.
Estrés y su influencia en la salud bucal
Tal y como comentábamos al comienzo de este texto, el estrés desencadena una serie de respuestas fisiológicas y de comportamiento que afectan directamente la salud bucal. Entre las que queremos destacar:
- Cambios hormonales: el estrés aumenta los niveles de cortisol, una hormona que, en exceso, debilita el sistema inmunológico y disminuye la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, incluidas las infecciones bucales.
- Bruxismo: muchas personas desarrollan hábitos inconscientes como apretar o rechinar los dientes cuando están estresadas, lo que puede causar desgaste dental, dolor mandibular y cefaleas.
- Salivación reducida: el estrés guarda una estrecha relación con la producción de saliva, lo que conduce a la sequedad bucal, un factor de riesgo para caries y enfermedades de las encías.
- Malos hábitos de higiene bucal: no menos importante es que las personas bajo estrés suelen descuidar su rutina de cuidado bucal, aumentando el riesgo de acumulación de placa y otros problemas dentales.
Impacto del estrés en la salud dental: problemas comunes
Bruxismo y su amplia relación con la ansiedad
El bruxismo es una de las manifestaciones más comunes del estrés en la salud bucal. Consiste en apretar o rechinar los dientes, generalmente de manera involuntaria durante el sueño o también mientras se está despierto.
Entre sus síntomas encontramos el dolor en la mandíbula, el desgaste dental (incluso fracturas en los dientes), dolor de cabeza y sensibilidad dental.
Para abordarlo, el uso de férulas de descarga ayuda en gran medida a proteger los dientes durante la noche. También conviene mencionar las técnicas de respiración para aliviar el dolor de mandíbula, como la meditación o el yoga, ya que son de gran utilidad tanto para confrontar las molestias como para reducir el estrés.
Cómo el estrés contribuye a la gingivitis
El estrés crónico compromete seriamente el sistema inmunológico, dificultando la capacidad del cuerpo para combatir la inflamación y las infecciones. Esto aumenta el riesgo de enfermedades de las encías como la gingivitis o la periodontitis.
Sus síntomas más destacados son el sangrado de encías, el enrojecimiento, la inflamación y, en casos más avanzados, la pérdida de piezas dentales.
A este respecto, mantener una rutina de cuidado bucal constante es esencial.
Relación entre estrés y caries dentales
La combinación de una higiene bucal deficiente, sequedad bucal y una dieta alta en azúcares, que a menudo se consume como una respuesta emocional al estrés, incrementa el riesgo de caries.
Sus síntomas son los que ya hemos visto mil y una veces en este tipo de situaciones: sensibilidad dental, dolor localizado y manchas visibles en los dientes.
Una dieta equilibrada, el uso de pastas dentales con flúor y revisiones dentales regulares serán tus mejores aliados para la prevención de las mismas.
Cómo el estrés crónico afecta a la sequedad de la boca
La influencia del estrés en la producción de saliva es más importante de lo que crees, ya que altera las glándulas salivales, reduciendo la producción de saliva, lo que no sólo causa incomodidad, sino que también aumenta el riesgo de infecciones bucales, caries y mal aliento.
La sensación de ardor en la boca, la dificultad para tragar y la lengua seca serán los síntomas que experimentes antes de la aparición de alguna de las anteriores.
En este sentido, será esencial mantenerse hidratado. Sobre todo, en zonas o épocas de sequedad.
Cómo el estrés puede causar aftas bucales
Las úlceras bucales suelen aparecer durante períodos de estrés. Y si alguna vez las has tenido ya sabrás que, aunque no son graves, pueden llegar a ser bastante dolorosas y molestas.
Las identificarás fácilmente como lesiones pequeñas y redondas en la mucosa bucal, con bordes rojos y un centro blanco o amarillo.
Para combatirlas, lo ideal es usar enjuagues bucales con propiedades antiinflamatorias y evitar alimentos picantes o ácidos que puedan irritar dichas úlceras.
Hábitos de vida y el impacto del estrés en la flora bucal
El estrés no sólo afecta directamente la salud bucal, sino que también influye en los hábitos diarios que agravan los problemas dentales.
¿Ejemplo? El consumo excesivo de alimentos azucarados. Muchas personas recurren a los dulces y refrescos como mecanismo para sobrellevar el estrés, lo que aumenta el riesgo de caries.
En la misma liga juegan el tabaquismo y el consumo de alcohol. Ambos hábitos son comunes en personas estresadas y tienen un impacto negativo en la salud bucal. Fumar, por ejemplo, retrasa la cicatrización y aumenta el riesgo de enfermedad periodontal.
Sin embargo, el más común es, sin duda, la negligencia en el cuidado bucal, dado que el estrés nos lleva a descuidar hábitos básicos como cepillarse los dientes o acudir a las citas con el dentista.
Cómo reducir el estrés para prevenir problemas bucales
- Adopta técnicas de manejo del estrés: practica actividades como yoga, meditación o ejercicios de respiración para reducir los niveles de estrés. En este sentido, también te recomendamos dedicar tiempo a actividades recreativas que te ayuden a desconectarte.
- Mantén una rutina de cuidado bucal consistente: cepíllate los dientes al menos dos veces al día con una pasta dental con flúor; usa hilo dental y enjuagues bucales para mantener tus encías saludables; y programa visitas regulares con el dentista para detectar y tratar problemas a tiempo.
- Evita malos hábitos: reduce el consumo de alimentos azucarados y bebidas carbonatadas. Tampoco el tabaco y el alcohol te serán de gran ayuda…
- Usa protectores dentales: si rechinas los dientes durante la noche (bruxismo), contacta de inmediato con tu dentista para obtener una férula personalizada que proteja tu dentadura mientras duermes.
- Hidratación adecuada: bebe suficiente agua para evitar la sequedad bucal y favorecer de este modo la producción de saliva.
El papel del dentista en el manejo del estrés y la salud bucal
Los dentistas no sólo tratamos problemas dentales, sino que también te ayudamos a identificar signos de estrés en tu boca. ¿Cómo?
Pues por ejemplo detectando el desgaste dental del que hablábamos antes. Éste puede desvelar a su vez un bruxismo relacionado con el estrés.
La salud de las encías también nos puede decir mucho sobre tus niveles de estrés: las encías inflamadas o sangrantes con un claro signo de problemas inmunológicos, los cuales pueden estar vinculados a la ansiedad.
Es por eso que acudir a un dentista de confianza te ayudará marcar la diferencia en cómo gestionas los efectos del estrés en tu salud bucal.
A este respecto ya sabes que, siempre que lo necesites, en Arganda del Rey nos tendrás dispuestos a echarte una mano. Contacta con nosotros sin ningún tipo de compromiso y te ayudaremos a encontrar las mejores soluciones adaptadas a tus necesidades.